Características
Pavimento decorativo basado en un tratamiento superficial del hormigón consistente en un sistema de estampado, textura y coloreado del mismo in situ cuando permanece en estado fresco.
El hormigón impreso es un acabado altamente extendido cuyo principal uso es el estético, debido a que gracias a la amplia gama de colores y texturas existentes se consiguen acabados muy vistosos que imitan a materiales naturales como piedra, madera, losa, adoquín, baldosa, etc. No obstante, también con este tipo de acabado se consiguen pavimentos con grandes prestaciones, resistentes (a compresión y al desgate) y duraderos. Sus propiedades, de ser un material impermeable con elevada resistencia al ataque de ácidos y manchas de grasa y aceite, y su versatilidad hace que éste acabado pueda ser empleado en distintas zonas como: elementos destinados a soportar alto tránsito (caminos, zonas pavimentadas de parques), aceras, porches, playas de piscina, parques, rampas, recintos feriales, etc. Estos factores, sumados al casi nulo mantenimiento, explican que triunfe en las viviendas con jardín, desplazando a los pavimentos tradicionales.
Para un correcto acabado, dureza, durabilidad y trabajabilidad, etc. el hormigón debe cumplir una serie de características en función de las condiciones del tajo a realizar (espesor del pavimento, pendientes, temperatura ambiente, tiempo estimado de la ejecución…) por ello la cantidad de aditivos, el tamaño de árido máximo o la presencia o no de fibras en el hormigón, entre otros, son aspectos a considerar a la hora de conformar el hormigón más adecuado para dicho trabajo.